ENTRE BUITRES Y GUSANOS

«Concédete el gozo mayor de contemplar el aleteo despavorido del buitre en retirada, mientras una vitalidad desconocida riega de nuevo tus miembros mustios.»
Del libro La granja humana: Fábulas para el siglo XXI escrito por Jorge Bustos, pág. 259.
Sobre España planean los buitres ideológicos de la demagogia y el reduccionismo político, esperando a recoger los frutos de todo el odio que están sembrando. Auspiciado por una gestión vergonzosa y una sociedad confinada en su casa, incapaz de defenderse.
A golpe de fake news estas aves carroñeras recogen a un electorado miope, que carece de conocimiento histórico para predecir que en épocas de absoluta incertidumbre los grandes beneficiados son los extremismos políticos. No importa al lado al que miremos.
Es el olor a cadáver descompuesto lo que aviva el vuelo de estos animales sin alma. Redentores de la moral y asolados por las estadísticas, buscan votos en una marea ciudadana perdida, segmentada y melancólica de tiempos pasados. Es falso que nos representen. La clase política tan solo representa su propio interés de subsistencia, poco más y nada nuevo.
Se preparan para el estoque final, alzando sus alas, afilan su pico curvo a través de discursos de odio, para posteriormente precipitarse sobre su presa. Clavan su odio hasta nuestra médula con el objetivo de separar el tejido que nos une a unos ciudadanos con otros. Poco importan los aplausos en los balcones, los muertos todavía por enterrar o los sanitarios contagiados. Somos presas de un mal superior a la pandemia de la Covid-19, son los partidos políticos los que consumen a esta sociedad dolida, la resquebrajan, separan y enfrentan, para llevarse algo de comida a su estomago.
Se atisba como tarea imposible configurar un pacto gobierno sólido, que concentre a las dos fuerzas políticas mayoritarias. Demasiados politólogos gurús mal utilizan sus estadísticas para justificar que el pacto de estado, a diferencia de otros países, aquí es imposible.
Sobre nosotros planean animales de plumaje innoble, que ennegrecen nuestro cielo y esconden los cadáveres debajo de sus alfombras. Solo un gran pacto puede salvarnos de esta vorágine de buitres.
Malditos aquellos partidos políticos, sin moral ni empatía que buscan sacar rédito electoral de este cadáver.